La Tercera , por Ángela Neira, 18/10/2010, extracto.-
Albergó a más de tres mil personas y fue el hogar para las 33 familias de los mineros. Pero desde ayer el campamento Esperanza dejó de ser el mismo. No sólo porque los familiares dejaron de vivir en el lugar, sino porque gran parte de las carpas y toldos que servían para cubrirlos del sol y la lluvia fueron desmantelados.
Y es que luego de la celebración del acto ecuménico, parte de los mineros rescatados que asistieron decidieron conocer el lugar donde por 70 días vivieron sus familias. Es el caso de Omar Reygadas, quien decidió visitar la carpa donde sus hijos lo esperaron. 'Para mí es muy emocionante ver el lugar donde estuvieron mis hijos. Yo siempre he dicho que los verdaderos héroes en el rescate fueron los familiares, mis hijos, que estuvieron viviendo, 'aperraron' y siempre estuvieron allí. Desde el primer momento supe que ellos iban porque tengo una familia muy unida', aseguró.
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