Ideas Y Debates | LA TERCERA, por Ignacio Irarrázabal, 04/11/2010.-
El puntaje de la Ficha de Protección Social debe considerar sólo información verificable, que refleje los recursos y necesidades de las familias.
PARA PODER avanzar con efectividad en la superación de la pobreza, es necesario priorizar los recursos del Estado en aquellas personas que no tienen capacidades reales para alcanzar el bienestar social por sus propios medios. Para este objetivo existen en Chile y en muchos países del mundo instrumentos de focalización como la Ficha de Protección Social (FPS).
El informe del Comité de Expertos de la FPS entregado anteayer al Presidente de la República destaca la extensa cobertura que este instrumento ha logrado y su amplia utilización por parte de los programas sociales. Sin embargo, se llegó al convencimiento de que el actual instrumento amerita importantes mejoramientos.
El principal problema es que los puntajes de la FPS se calculan a partir de datos autorreportados por los beneficiarios, que se recogen en un cuestionario aplicado a los hogares, sin ninguna verificación posterior, lo que facilita la manipulación de la información y en algunos casos incita al fraude. Actualmente, existe conocimiento entre la población de aquellas variables que más influyen en el cálculo de los puntajes, las que al no ser verificadas, los distorsionan. Al analizar la consistencia de la información recabada en la FPS con otras fuentes -como la Encuesta Casen- se constata, por ejemplo: una sobredeclaración de casi cuatro veces el nivel de discapacidad de las personas, una subestimación de casi la mitad del tamaño medio de los hogares y una subestimación de los niveles de escolaridad.
Las propuestas del comité proponen mejoramientos al cálculo de los puntajes de la FPS, considerando sólo información verificable que refleje los recursos económicos de las familias y sus necesidades. En esta línea, se plantea mejorar significativamente los procesos de recolección de información en terreno y obtener un amplio acceso a fuentes externas de validación. La propuesta mantiene el rol de los municipios en la tarea del levantamiento primario de la información, pero con el debido financiamiento y una mayor supervisión desde el nivel central. Precisamente, el futuro Ministerio de Desarrollo Social deberá asumir un rol estratégico en coordinar, apoyar y fiscalizar estas iniciativas.
El segundo ámbito de propuestas del comité es quizás el más ambicioso, ya que conlleva la redefinición de los criterios de selección de los programas sociales. Actualmente, estos establecen puntajes de corte discreto de acceso a los beneficios, lo que incentiva a los usuarios a alterar los datos de la FPS para calificar en los programas. Si una familia, por ejemplo, obtiene sólo un punto más que 8.500, puede quedar fuera de cobertura en varios beneficios.
A pesar de que los usuarios 'culpan' al instrumento, en la práctica el problema está en la definición de los puntajes de corte de cada uno de los programas que utiliza la FPS. En concreto, se propone mantener el puntaje FPS como instrumento rector en la focalización de los programas sociales, pero con una más estrecha vinculación entre el instrumento y el diseño de los programas. El mayor desafío en este aspecto, sin duda, es que los programas sociales incorporen en su diseño criterios de gradualidad, evitando el retiro abrupto de los beneficios para desincentivar los comportamientos de fraude.
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