martes, 20 de marzo de 2012

El aborto en Chile. Observaciones a la 'columna' del Presidente Sebastián Piñera - por arturo durán 18/03/2012

La pregunta que me asedia tras la lectura de 'Mi compromiso con la vida' columna del Presidente Sebastián Piñera sobre el aborto publicada en el principal diario de derecha del país – si me permiten usar una expresión internacional no muy cristiana, es: ¿Qué diablos pasa? ¿Por qué habría de intervenir el mismísimo Presidente de la República de Chile, más conocido por ser exitoso hombre de negocios que cómo líder ético o pastoral, en un asunto tan delicado y personal? ¿Para aportar una solución real? Lo que hace sin embargo no es más que esgrimir argumentos constitucionales y de recientes políticas públicas (posnatal), blindado por su fe cristiana. Cómo si la presidencia le otorgara sin más – lo que desgraciadamente (o afortunadamente) no es tal – autoridad pastoral también en ética y libertad de las personas.

¿Cuántas decenas de miles de abortos Sr. Presidente? ¿50 mil, 100 mil o 140 mil al año?, mucho de los cuales realizados, por lo demás, en precarias condiciones sanitarias – en parte desde que la derecha lograra en las penúltimas horas de la dictadura ilegalizarlo totalmente. La defensa de esa perversa herencia de la derecha integrista, élite enseñoreada en el poder de la dictadura – sus poderosos socios políticos hoy - no merece tanto eufemismo presidencial.

En su cuarto punto Sebastián Piñera habla desde la fe cristiana – lo que complica mucho más las cosas dado la intransigencia de la Iglesia Católica que no da impresión alguna de empatía en estos ámbitos.

El Presidente no aporta solución o alternativa. Su columna es un ejercicio político algo indiferente a la cruda realidad humana del aborto en Chile.

En su dimensión legal ¿Está el Presidente por este Status Quo de penalización que genera la clandestinidad del aborto en Chile - ahora que el Congreso debate el aborto terapéutico? Cierto, su intervención tiene por lo menos el valor de sacar el debate a primer plano aunque denote total falta de empatía presidencial hacia la mujer que enfrenta aquí y ahora la tragedia del aborto en condiciones penalizadas por la actual legislación. ¿Qué le ofrece a ellas el Presidente? Para eso tendría que ir a esa dimensión ilegalizada y penalizada del aborto en Chile a salvar aquellas vidas - cuando la ilegalidad de ésta impide incluso que tengamos datos y relatos de lo que sucede allí. La lógica legal de la exclusión, de la discriminación negativa, es implacable: impide política públicas. Para aplicarlas en este ámbito - incluso para generar dichas políticas, debe primero despenalizar. Mientras eso no suceda - éstos serán dos mundos excluyentes.


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