La Nación, 22/11/2009
Este 20 de noviembre se conmemoró una fecha clave en la historia de los derechos ciudadanos: 20 años de la aprobación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño. Chile, recién restaurada la democracia, fue uno de los primeros países del mundo en ratificarla y luego incorporarla en la Constitución.
La Convención de los Derechos de los Niños y Niñas describe la gama de derechos que ellos tienen y establece las normas básicas para su bienestar en diferentes etapas de su desarrollo. Es el primer código universal que reconoce a los niños y niñas como sujetos de derecho y es el primero legalmente obligatorio de la historia.
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La Convención entró en vigor en 1990, después de ser ratificada por los primeros 20 países, uno de ellos Chile. Desde entonces, los gobiernos de la Concertación han dado muestras de que no se trata sólo de una declaración de intenciones, puesto que se han preocupado de desarrollar una política de infancia ejemplar donde el niño y la niña son el centro y la base de los derechos ciudadanos. Actualmente casi todos los países suscriptores de la Carta de las Naciones Unidas (más de 200) la han ratificado, lo que constituye un gran logro en nuestra civilización en materia de igualdad.
El gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, como nunca antes en la historia del país, ha puesto los derechos de los niños y niñas en el lugar que les corresponde, un lugar de privilegio en el desarrollo de las políticas públicas, y con la inversión de recursos financieros más alta en primera infancia que registra nuestra historia patria. La protección social y el respeto activo de los derechos de los niños y niñas son prioritarios dentro de las políticas públicas que impulsa el gobierno.
En esto hay un reconocimiento transversal e internacional. Es por ello que todos los actuales candidatos a Presidente han señalado, en sus programas de gobierno, que continuarán la obra realizada por la Concertación en este ámbito decisivo a favor de la igualdad social.
El Sistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo, iniciativa del actual gobierno ya convertida en ley, hace carne el afán del país por resguardar la infancia. Se trata de una política inclusiva, que incorpora no sólo a las distintas etnias que componen Chile, sino que también a los niños y niñas inmigrantes tanto de países vecinos como desde otros continentes, así como también a niños y niñas con necesidades educativas especiales.
El aumento de cobertura en salas cuna es un ejemplo de la forma como el gobierno, a través de Junji y Fundación Integra, ha asumido a los niños y niñas como sujetos de derecho: había 708 salas cuna públicas y gratuitas existentes en 2006 y al terminar el gobierno de la Presidenta Bachelet habrá 3.500 nuevos establecimientos de calidad repartidos por todo el territorio nacional, construidos para acoger y educar a hijos e hijas de las familias con más necesidades del país. Ello, además, implica darles alimentación e implementar una política de buen trato inédita en la historia del país.
En esta materia los chilenos y chilenas debemos sentirnos orgullosos.
*Vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji)
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