miércoles, 12 de noviembre de 2008

ONU – Estado de la Población mundial 2008- Ámbitos de Convergencia: Cultura, género y derechos humanos

 

UNFPA

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Estado de la población mundial 2008. Ámbitos de convergencia: Cultura, género y derechos humanos.

Con suplemento jóvenes 2008 – Generación del Cambio: los jóvenes y la cultura.

Documento en archivo PDF, 108 páginas.

Luchas culturales contra la violencia en el hogar en América Latina – página 31 –32 (extracto)

Los adelantos hacia la igualdad de género nunca se han logrado sin luchas culturales contra los aspectos visibles e invisibles del poder y contra las prácticas que sostienen las desigualdades
de género y oprimen a las mujeres.

En toda América Latina se ha venido luchando para erradicar la violencia en el hogar. Los promotores de los
derechos de la mujer han trabajado firme y sostenidamente para lograr que los gobiernos dicten leyes y apliquen eficaces políticas públicas. También les preocupa erradicar los valores patriarcales dentro de los ámbitos culturales que apoyan la violencia por motivos de género, de manera de colocar frente a los ojos del público la violencia privada y “desnaturalizarla”. En 1994, la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. En 1994, Chile y la Argentina aprobaron convenciones similares; en 1995, hicieron lo propio Bolivia, Ecuador
y Panamá; en 1996, lo hicieron Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y el Perú; y en 1997, 
la República Dominicana modificó su Código Penal para incluir legislación contra la violencia en el hogar18.
En el Brasil, el proceso de cambio comenzó con la creación de comisarías de policía especiales, a las que pueden recurrir las mujeres apaleadas (Delegacias especiais de atendimento às mulheres, o DEAM), las cuales, en condiciones ideales, tienen personal femenino de policía. La primera de esas comisarías de
policía fue creada en San Pablo en 1985, y hay ahora en todo el país más de 300. Muchos estados construyeron centros de referencia y albergues para mujeres apaleadas y proporcionaron
una red de servicios de asistencia a las mujeres víctimas de violencia. No obstante, el principal instrumento para combatir la violencia doméstica fue elaborado bastante recientemente.
La Ley número 11.340, aprobada el 7 de agosto de 2006 y denominada Lei Maria da Penha (en honor de una mujer que hace 20 años fue atacada a balazos y baldada para toda la vida por su ex compañero), no sólo aumenta el período de encarcelamiento cuando se cometen esos actos de violencia (de uno a
tres años de reclusión) sino que también posibilita la detención preventiva y el arresto por conductas flagrantes. Además, incluye varias medidas de protección de la mujer. No obstante, la legislación para tipificar como delito la violencia doméstica no agota la cuestión. En el Brasil, varios jueces han afirmado que la Ley Maria da Penha es “inconstitucional” porque “discrimina” contra los hombres. Algunos
jueces han exhortado a que las mujeres se sometan, al igual que en épocas anteriores. Las feministas reconocen que es imprescindible involucrarse en la cultura a fin de erradicar la violencia en el hogar y que “es posible aprovechar … los valores culturales para propiciar el cambio y el adelanto”

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