jueves, 24 de abril de 2008

CIPER Chile » Blog Archive » Mujer chilenas 5: Secretos de familia, el esquivo derecho al placer sexual

CIPER Chile » Blog Archive , 04/01/2008, extracto.-

(...) De todas formas, el embarazo adolescente sigue siendo uno de los factores que más condiciona a las mujeres a repetir el ciclo de la pobreza que viven sus familias. La última estadística confiable en torno al tema es la del año anterior al Censo 2002, la que indica que el 4,5% de las adolescentes de entre 15 y 19 años tuvieron hijos.

Por lo mismo, la líder de las grandes protestas estudiantiles de 2006, Karina Delfino, considera que la política pública del gobierno de Bachelet más importante para las jóvenes de su generación es el acceso a la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia (PAE), más conocida como la “Píldora del día después”.

-Yo le puedo decir a una joven que vive en un sector vulnerable “ahora hay mitad de ministras mujeres en el gabinete”, y no le va a importar. Le puedo decir “el BancoEstado abrió créditos especiales para las microempresarias”, y tampoco. No les afecta. Pero si las beneficia una política de sexualidad. El embarazo adolescente genera discriminación social y condiciona la vida de la joven. Por eso creo que el acceso a la píldora en los consultorios públicos para todas la mujeres mayores de 14 años, es el cambio más fuerte que han vivido las jóvenes de mi edad que están en situación social más vulnerable. Ahora sí pueden optar igual que las jóvenes que tienen recursos y que pueden comprarla.

Respecto de la polémica generada por sectores conservadores que se oponen a que la PAE se entregada a menores de más de 14 años sin consentimiento de sus padres -y cuyas presiones llevaron a los laboratorios y a farmacias a no comercializar el fármaco-, Karina es tajante:

-Lo importante es que si alguien la necesita y la quiere, la herramienta ya está y cada quien verá si la ocupa o no según su ética. Hay algo bien claro: la nueva Ley de Responsabilidad Penal Adolescente establece que desde los 14 años un joven tienen discernimiento. Y si a esa edad debo hacerme responsable si decidí robar, ¿por qué no puedo hacerme responsable de mi sexualidad?
Del aborto no se habla

Si la “Píldora del día después” despierta las más duras controversias, el aborto es una palabra sencillamente ausente del debate. Y ello a pesar de que según las únicas cifras conocidas, entre 2000 y 2003 se registraron más de 100 mil abortos clandestinos al año.

pareja en actitud amorosaEn noviembre del año pasado un grupo de diputados socialistas propuso discutir la despenalización del aborto. No sólo la derecha opuso feroz rechazo, también lo hizo un grupo de sus aliados democratacristianos. Uno de ellos, el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Walker, llegó a afirmar que de prosperar dicho proyecto, su partido evaluaría su permanencia en la Concertación. El oficialismo tuvo su pequeño sismo.

Al día siguiente, se conoció un estudio de la Corporación Humanas y la Universidad de Chile el que reveló que las mujeres encaran el tema con más madurez que los políticos: un 62% de las consultadas apoyó la idea de legislar, el 75% estuvo de acuerdo con volver a legalizar el aborto terapéutico cuando está en peligro la vida de la madre (penalizado con cárcel por la dictadura de Pinochet, lo que aun se mantiene), cifra que subió a 76% en la misma encuesta de octubre 2007; y el 71% apoyó interrumpir embarazos fruto de violaciones (subió a 75% en octubre 2007). Y sólo el 20,4% declaró aceptar el aborto “por cualquiera razón que la madre decida”. En octubre 2007 esas mujeres alcanzaron el 29%.

En la encuesta de octubre 2007, un 26% de las mujeres declaró no estar de acuerdo con el aborto bajo ninguna circunstancia (encuesta aplicada entre el 17 de agosto y el 12 de septiembre 2007 a mujeres mayores de 18 años inscritas en los registros electorales). Hasta ahora, y a pesar de la cifra de abortos y sus consecuencias letales, el gobierno ha declarado no estar disponibles para legislar sobre la materia. Del aborto no se habla.

A tal punto ha llegado la presión religiosa y política sobre la materia que en enero de 2002, cuando la comisión de Relaciones Exteriores del Senado debía debatir la aprobación del protocolo facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, dependiente de la ONU), se decidió escuchar los argumentos en contra del Cardenal Francisco Javier Errázuriz. Uno de sus principales argumentos fue que la firma de dicha Convención obligaba a Chile a legislar una eventual legalización del aborto. La entonces subsecretaria del Sernam, Kareen Herrera, llegó al Senado para escuchar la opinión del prelado. Dijo expresamente que no pediría intervenir. Pero los senadores le negaron el acceso.

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